domingo, 21 de noviembre de 2010

Cualquier Otro Día, de Dennis Lehane



Dennis Lehane se ha ganado a pulso ser uno de los mejores escritores, ya no solo de novela negra, sino del panorama americano actual. Primero, y más importante, porque tiene un talento innato como relatador y cronista de su amada/odiada Boston, una ciudad sin duda conflictiva que sabe retratar muy bien en sus trabajos. Segundo, porque ya ha pasado a la historia de Hollywood por algunas películas basadas en sus novelas, como la aclamada Mystic River, dirigida por Clint Eastwood, Shutter Island, de Scorsese (con un DiCaprio estelar en el papel protagonista), y Adiós Pequeña, Adiós debut tras las cámaras del reputado (y repudiado) Ben Affleck. Y tercero, porque ha formado parte del equipo de guionistas que han ayudado a dar vida a esa obra maestra de la pequeña pantalla que es The Wire, de la que hablaremos otro día.

Por si todavía no os convencen estos argumentos, Cualquier Otro Día, lo hará. Esta novela no es la típica novela negra con detectives, policías y ladrones, es una novela histórica con pinceladas oscuras que reconstruye de manera apabullante el Boston de principios de siglo a través de las historias de tres personajes que se entrelazan. Babe Ruth, mítico bateador de los Red Sox que tiene que enfrentarse a la huelga de los jugadores de béisbol, Luther Laurence, que tiene que huir de su ciudad y abandonar a su mujer embarazada para trabajar como criado, y Danny Coughin, hijo del capitán de la Policía de Boston, que es enviado a revisar un buque procedente de la Gran Guerra, en el que se encuentran soldados que padecen una extraña enfermedad.

Toda la novela es un paseo por la podredumbre de Boston, mientras vemos como los anarquistas empiezan a revelarse y atentar con bombas, como los sindicatos empiezan a tomar una verdadera importancia para los trabajadores, como los prejuicios de algunos van diluyéndose, etc. En definitiva, es un trabajo que reivindica el poder de la clase obrera, clase dominante en Boston ya en esos días tan lejanos en el tiempo. Os recomiendo que leáis este libro, sobretodo si os interesa la novela negra, os ha llamado la atención algún trabajo de este escritor, o amáis The Wire, acabaréis teniéndolo entre vuestros favoritos.

Actualmente, está en marcha la adaptación cinematográfica del libro, para la que se calcula su entreno en 2011-2012. El director de la cinta será Sam Raimi, célebre director que ha llevado a la pantalla la trilogía Spiderman, o la no menos importante trilogía The Evil Dead, un hito en la historia del cine de terror gore y con mucho sentido del humor. Esperemos que salga una adaptación ta buena como las de Eastwood y Scorsese.

martes, 16 de noviembre de 2010

The Walking Dead: Zombies televisados


El fenómeno The Walking Dead, una de las más prestigiosas sagas de cómic de la actualidad creada por Robert Kirkman y reina indiscutible del género zombie en los tebeos, acaba de dar el salto a la pequeña pantalla con un éxito abrumador, tanto de crítica como de público. Esto no debería extrañar, pues detrás del proyecto se encuentra Frank Darabont, el que fue director de películas tan aclamadas como Cadena Perpetua o La milla verde, ambas adaptaciones de novelas de Stephen King, que pone su talento tanto tras la cámara como en el guión de la serie.

Para los que no saben nada sobre esta saga, se preguntarán cual es su trama y que tiene de especial para que se haya apostado por una serie de zombies de esta manera (Dead Set no deja de ser una película, o telefilme). Decir que la trama no tiene nada especial con respecto a otras películas de zombies, tenemos un virus desconocido que revive a los muertos, que se convierten en caníbales, y tenemos a unos supervivientes que hacen lo que pueden para sobrevivir y esperar a que los gobiernos actúen. Hasta aquí parece muy típico, pero lo especial viene en el tratamiento de los personajes y sus relaciones con los demás, tanto que los zombies quedan en un segundo plano la mayoría de las veces.

The Walking Dead es una fábula sobre las miserias del ser humano, sobre nuestra tan limitada capacidad de supervivencia en un entorno hostil, entorno del que salimos hace ya mucho tiempo y que reemplazamos por la comodidad de nuestros hogares y el calor de la sociedad. Aquel que esté interesado en el mundo de los zombies, tanto en cine como en videojuegos y cómics, no debería dejar pasar la oportunidad de leer los tebeos, y tampoco de ver la recién estrenada serie, que por cierto, ya ha confirmado una segunda temporada con trece episodios (la actual tiene sólo seis).

Aviso, la trama de los cómics y de la serie no va necesariamente de la mano, así que no vale lo de "no me leo los cómics porque ya tengo la serie". No os arrepentiréis.


La polémica matrimonial

"Unión de hombre y mujer concertada mediante determinados ritos o formalidades legales."

Esta de aquí arriba, drugitos míos, es la definición que da la la Real Academia Española de la palabra matrimonio. Es lo que la mayoría de personas en contra del matrimonio gay argumenta para que no se permita ese tipo de enlaces. La verdad es que la definición es clarísima, hasta el mismísmo Papa en su visita a España hace una semana defendía esa tésis, ante el enfado del colectivo homosexual que se encuentra indignado por las declaraciones del Papa. Además, ellos piden que se cambie la definición arriba expuesta para dar un "zas en toda la boca" a los que se aferran a ella como si la vida les fuera en ello.

Me parece muy bien que los homosexuales pidan esa reforma, aunque es cierto que ya pueden casarse libremente aquí y no debería importarles lo que digan los demás. "Que os den por culo", nunca se habría dicho de forma más insultante. Ahora bien, los gays y lesbianas que acaben casándose, con el tiempo se darán cuenta, como también se dan cuenta los heterosexuales, de que el matrimonio es una gran estupidez. Es un atentado contra la individualidad del ser humano, una pérdida tontísima de dinero (aunque la verdad es que sumando los regalos en metálico de los invitados casi que lo pagas todo), y no hablemos ya del asunto de tener hijos, eso mejor lo dejo para otro artículo. Lo peor de todo es que si decides acabar con él, tendrás que enfrentarte a un proceso largo y tedioso, y la que te puede caer si no has hecho la separación de bienes te puede dejar con ropa interior y nada más. 

Esto lo digo en modo post-wedding, ya que la semana pasada estuve en una boda, celebración a la que hacía mucho tiempo que no asistía. Me repelió bastante la forma en la que los novios actuaban, pues eran meros monos de feria ante las peticiones y putadas de familiares y amigos. Ellos parecían felices, pero dadles unos años. Yo ya he encargado a una agencia de sicarios que si me caso me maten ese mismo día, por traicionar mis principios.

Así que lo que se debería hacer es suprimir directamente la palabra matrimonio del lenguaje mundial, pues nadie saldría perdiendo y todos ganando si no tuvieramos que firmar el maldito papel. Esa es otra, debes firmar un papel en el que aseguras que quieres a tu pareja. ¿Existe algo más patético y sin sentido que eso? Dudo que aquí me vaya a leer mucha gente, pero haced caso a mi consejo, lo único que vais a disfrutar de vuestro matrimonio es la noche de bodas y el viaje, cosa que podríais hacer perfectamente sin estar casados, después de eso, es la rutina de todos los días.

Y si no me haceis caso, que será lo más probable debido al contenido cínico de mis afirmaciones, no os caseis por la Iglesia, que los mamones se llevan una buena pasta con la ceremonia. Para que luego digan que para ser católico no hay que pagar.

Bienvenidos, vigilantes

Hola, y bienvenidos a The Watcher Of Culture, mi blog personal.

Aunque me imagino que ya quedan bastante claros los temas que voy a tocar aquí, lo vuelvo a repetir de una forma más extensa. Normalmente colgaré noticias, críticas y opiniones, todo relacionado con el mundo del cine, de la música y de la literatura, aunque de vez en cuando me atreveré con algún tema de actualidad, ya sea política, deportiva o incluso de prensa rosa (es broma, pero seguro que os he asustado). Por supuesto, todo desde mi punto de vista cínico y con sentido del humor, incluso para los asuntos más oscuros que pueda publicar, para que alguno se eche unas risas y los demás me denuncien ante las Naciones Unidas, que por otra parte deben estar muy ocupados mandando cascos azules al Sáhara, así que no creo que hagan mucho caso.

Una pequeña reflexión sobre el nombre del blog para acabar. Llevaba mucho tiempo dándole vueltas al nombre para el blog, y este me ha parecido bastante adecuado para mí, pero tambien debería serlo para vosotros, los que leeis. Todos debemos velar por la cultura, porque es un bien de todos y que, sobretodo ahora gracias a la globalización y a Internet, está a nuestra entera disposición en casi cualquier momento. Una persona puede ser muy inteligente, pero si no tiene un mínimo de cultura, por muy inteligente que sea no va a conseguir nada. La música, el cine y la literatura nos enriquecen intelectualmente, nos dan distintos valores e incluso nos dotan de una personalidad mucho mayor que la de aquel que no bebe de esas fuentes. Actualmente en el mundo hay una crisis bastante profunda, pero no es sólo económica, como muchos piensan, sino también de valores, una situación idéntica a la que se vive en los últimos días de los grandes imperios de la historia (Roma, Constantinopla,etc).

Hablo por mi experiencia, pero aquí, en España, uno de los mayores problemas está en la juventud. Pocos jóvenes se acercan a un libro por decisión propia (leer es peor que tener el SIDA), apenas escuchan música, y la que escuchan es de cuestionable calidad (un menú de Andy&Lucas de primero, Estopa de segundo y música pachangera de postre, por favor) y sólo ven películas de la talla de la saga Crepúsculo, o Mentiras y Gordas, destinadas a aparecer en los libros de cine como films adelantados a su época, como en su momento fueron Ciudadano Kane o 2001: Una Odisea del Espacio. Si a los jóvenes les sumamos unos padres que han tenido que estar trabajando prácticamente desde los quince años (no olviden que aquí vamos con cuarenta de retraso) y una gran cantidad de población anciana, tenemos un panorama muy incierto.

Un país tiene lo que se merece, y tristemente eso es lo que estamos viendo actualmente. Miles de personas pueden protestar por la situación actual, pero el principal problema de este país no son los políticos (que también son de traca) sino los que los eligen. Recordad que, por mucho que los de arriba se llenen los bolsillos, nos engañen y luego nos regalen amargas lágrimas de despedida (lloran porque el chollo se les acaba, no porque les de pena realmente), nosotros, los ciudadanos, tenemos el poder, y si nos quieren censurar y quitar nuestra libertad, que lo hagan, el exilio siempre es una opción, pero la gente está demasiado preocupada en Gran Hermano y esas cosas alienantes para darse cuenta.

Una educación cultural decente haría que la minoría se convirtiera en mayoría, que empezaramos a pensar con mayor claridad, que nos forjaramos una identidad como país fuera de los tópicos de toros y flamenco. Actualmente así nos ven fuera, y si la cosa no cambia, seguirá pasando. Os recomiendo que, junto a mí, os convirtais en vigilantes de la cultura, que la difundais, que la protejais y, sobretodo, que la ameis.

Comienza nuestra cruzada particular.