martes, 22 de febrero de 2011

Zelda: 25 años de leyenda

Ya hace 25 años de la salida del primer Legend of Zelda, un videojuego que prácticamente desde su salida se convirtió en un mito dentro del entonces tan poco conocido mundo consolero. Quién lo diría ahora, que se consumen juegos como churros y los usuarios no son considerados psicokillers en potencia (ay, que tiempos...) En parte su éxito se debió a que era la nueva producción del creador de otro clásico inmortal, Super Mario Bros, Shigeru Miyamoto, ahora uno de los peces gordos de Nintendo y principal cabeza pensante tras esa máquina tan éxitosa llamada Wii.

Era un cartucho rompedor en su tiempo, donde manejabamos a un hombrecillo vestido de verde armado con espada y escudo que debía explorar unas mazmorras con su jefe final. El objetivo del héroe viene a ser el mismo que el de Super Mario, rescatar a una princesa, Zelda, que estaba en las garras del villano, Ganondorf, todo bajo la influencia de un extraño símbolo divino llamado Triforce Dorado. Por supuesto, con los gráficos de 32 bits de potencia máxima que tenía NES, unos gráficos añejos y adorables, muy alejados del hiperrealismo que vemos actualmente en las consolas.

Con esta primera entrega se sentaron las bases de las posteriores entregas. El héroe, Link, se ha convertido en todo un icono del mundo de los videojuegos, aunque su forma cambia en cada nueva entrega. También se ha convertido en clásico la creencia popular de que Link es Zelda. El Triforce se ha convertido en el símbolo de la saga, que aparece en camisetas, banderas, e incluso en las botas de famosos wrestlers.

El éxito del primer juego dio pie a numerosas secuelas, que no han hecho más que agrandar la leyenda de una de las mejores sagas de la historia. Sin duda, la mejor entrega de la saga es el que está considerado por muchos como el mejor videojuego jamás hecho, Ocarina Of Time, lanzado en 1998 en Nintendo 64. Este fue el primer Zelda al que pude jugar y la verdad es que no se me ha olvidado esa primera partida. Aunque lo que más recuerdo es que me lo regalaron en la Nochebuena del 98, y que no podía jugar porque me quedaba a dormir en casa de mi abuela, ya que mis padres iban a las fiestas del pueblo a ver el concierto de una banda casi desconocida ese momento, La Oreja De Van Gogh.

Actualmente, está programado para el lanzamiento de la nueva máquina portatil Nintendo 3DS una nueva edición de Ocarina Of Time renovada gráficamente con las omnipresentes tres dimensiones como principal protagonista. Algo que veo con buenos ojos, porque no todos los críos de ahora han tenido la oportunidad de jugar a semejante obra maestra, aunque obviamente perderá parte de su encanto. Tampoco tardará en lanzarse al mercado la nueva entrega de la saga, que conseguirá que quite el polvo a mi Wii.

Y es que yo prácticamente compro las consolas de Nintendo por jugar a los Zelda, no lo puedo evitar. Hasta mereció la pena tener Gamecube para jugar a Wind Waker. Y es que aunque el maestro Miyamoto diga que los videojuegos no son arte, juegos como cualquier entrega de Zelda demuestran lo contrario. Es de extrañar que nadie se haya atrevido a hacer una peli oficial sobre Zelda, posiblemente debido a que Nintendo ha aprendido la lección después de la blasfemia que resultó ser la película de Super Mario. Aunque si tienen planes que se den prisa, que Di Caprio no tardará en perder esa cara de eterno adolescente que vendría de perlas para interpretar al Link adulto.

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