Leo, estupefacto, en la web ADN que el Ayuntamiento de Madrid ha prohibido los conciertos en los bares sin licencia, obligándoles a pagar 80.000 euros si quieren insonorizarlo, más luego pedir la licencia, que con los tiempos que corren y la crisis que azota, no debe ser poco.
Pues normal que hagan eso, pensaréis, si hacen ruido y molestan a los vecinos. Según el portavoz del Ayuntamiento, aunque sea un concierto acústico y no moleste, no debe celebrarse, de otra manera el bar será sancionado. Los dueños de algunos de los locales afectados aseguran que nunca han recibido ninguna queja por ruidos ni nada parecido.
Este movimiento del Ayuntamiento de Madrid es de los que hacen hervir la sangre a cualquiera con dos dedos de frente y que esté interesado un poco por el auge cultural de España, ya que parece que muchos de nuestros dirigentes siguen sacando pecho de nuestro siglo de oro literario, pero no se dan cuenta de que hace ya unos cuantos siglos de eso. No tenemos porqué pasarnos la existencia rememorando el pasado, sobretodo cuando podemos vivir el presente.
Actualmente, en este país, hay un fuerte movimiento cultural, en cualquier rama, desde el cine, hasta la música. Y es normal que los directores españoles huyan hacia Estados Unidos, donde si se recompensa el talento, mientras que los jóvenes músicos no tienen otra que aguantar los constantes obstáculos que tienen que sortear día a día.
¿De donde creen el Ayuntamiento de Madrid que salieron los grandes grupos de la historia de la música? ¿Piensan que los Rolling Stones hicieron su primer concierto en el Madison Square Garden? Obviamente no, empezaron como todos los grupos, en pequeños bares, en los que tocaban por una cerveza y para que les viera la gente, solo eso. Ahora, los grupos de Madrid tendrán que empezar a tocar en salas, donde se les exige un alquiler, y estos pobres músicos ya tienen bastante con tener un equipo y un lugar de ensayo decentes como para estar gastando la pasta en una sala donde seguramente van a ir cuatro gatos (o ninguno) a verles.
Desde luego, estos años se está viviendo una auténtica vergüenza con respecto a la cultura en España, cuyo principal responsable es González-Sinde, acusada recientemente por prevaricación, que en su artículo publicado hoy en El Mundo muestra su miedo a que todos los delegados de cultura y ella misma sean atacados (hay que joderse) y que actualmente se encuentra entre las personas más queridas de España, junto a Belén Esteban y Torrente, gracias a hits como la "Ley Sinde" o la comisión de calificadora de películas.
Si Estados Unidos es el lugar donde los sueños se hacen realidad, España es el lugar donde nunca se harán realidad, todo por culpa de las estúpidas leyes y de la absoluta falta de innovación, aquí no creamos cultura, la prohibimos y destruimos. ¿Que otra cosa se espera de un país que considera la tortura animal (toreo) cultura?
P.D: ¿Y los mítines del PP estarán insonorizados? Porque en más de uno han tocado Pignoise, y eso molesta a cualquiera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario