viernes, 3 de diciembre de 2010

PSA (Paranoid States Of America)

Esta semana hemos sido muchos los que nos hemos interesado más por el "Cablegate" que por las elecciones catalanas o el que todos los años es denominado "el partido del siglo" (aprovecho para saludar con la mano abierta a todos los madridistas).

Lo que hemos visto en la prensa durante esta semana (y todavía sigue el torrente de información) es a la organización creada por Julian Assange (Wikileaks) bajando los pantalones hasta los tobillos al Departamento de Estado estadounidense. Espionaje a miembros de la ONU, informaciones de los países vecinos de Irán sugiriendo una guerra antes de que sea demasiado tarde, presiones a jueces españoles, informes de la jefa del departamento (Hillary Clinton) preguntando por la salud mental de la presidenta argentina, y un montón de documentos más. Aunque mi favorita es el informe que describe al primer ministro ruso y su presidente como "Batman y Robin".

Mientras Obama guarda silencio, la que se ha tragado el marrón ha sido la cornuda señorita Clinton, que considera las filtraciones un atentado contra la comunidad internacional, aunque quería decir contra el Departamento de Estado. No ha tardado tampoco en salir una orden de detención internacional contra el fundador de Wikileaks, Julian Assange, por una presunta violación a un menor en Suecia. Incluso quieren colocarlo en la lista de los terroristas más peligrosos, algo a lo que el propio Assange ha contestado desde su escondite secreto (debe compartirlo con Bin Laden), declarando que sus filtraciones "no han matado a nadie".

Cierto es que no han matado a nadie, pero les ha costado un disgusto muy grande a los estadounidenses. Y es que todos nos imaginábamos cosas como el asunto del espionaje a los iraníes, pero nos hemos dado cuenta con estos cables de que los Estados Unidos son aún más paranoicos de lo que creíamos. Al ser la mayor potencia mundial, se creen con derecho de ser la policía del mundo, presumen de ser los más democráticos del planeta por ir defendiendo la democracia donde sea necesario, cuando en realidad forma todo parte de sus intereses económicos (Oriente Medio y petróleo, no hace falta más).

Assange está mostrando las cosas como son, y pasa igual que siempre, si a un ignorante le llamas ignorante, se cabreará aunque lo sepa, pues a la mayoría de seres humanos no les gusta que se les ensalzen sus defectos. El verdadero delito de Assange es ser realista, uno de los pecados capitales en Estados Unidos. Aunque finalmente sea detenido, se conoce que están listos aproximadamente un millón más de documentos para salir a la luz, por lo que tenemos bastante material para entretenernos con los americanos todavía.

Con esta persecución inquisitoria los norteamericanos no están demostrando ser los más democráticos, de lo que presumen constantemente, sino de ser los más paranoicos, lo que más les fastidia.

1 comentario:

  1. Me quedo con la frase "se creen la policía del mundo", resume lo que pienso de USA estas semanas.

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