martes, 19 de abril de 2011

Breaking Bad, la serie que más coloca



Vince Galligan debio haberse dado un festín de drogas cuando se le ocurrió la idea de crear Breaking Bad. Pero no solo eso, sino que también debió drogar al estilo Ali G al equipo directivo de AMC para que aceptaran su propuesta, mucho más arriesgada que las otras grandes series de la cadena. Mad Men cuenta con una estética muy cuidada y personajes muy atractivos físicamente y The Walking Dead tiene zombis, que es lo que más vende en estos momentos. Breaking Bad no tiene ni ejecutivos impecables ni muertos vivientes, aunque bien pensado, los altos cargos del cartel de la droga y los yonkis pueden sustituirlos respectivamente.

La premisa de Breaking Bad es simple. Walter White, un profesor de química que debe recurrir a un segundo trabajo para pagar sus facturas descubre que tiene cáncer. A partir de este momento, decide cocinar metanfetamina junto a un antiguo alumno, Jesse Pinkman, para que a su muerte su familia no necesite nada.  A partir de esto, su mujer se irá dando cuenta de que su esposo está más ausente de lo normal, mientras que su cuñado, agente de la DEA, empezará a seguir la pista de los cristales azules, que se vuelven muy populares en Nuevo México. La trama es arriesgada sobretodo si, como el señor White, quieres hacerte rico. Pero es viéndola cuando te das cuenta de su inmensa calidad y sobretodo, originalidad.

Los actores, como en toda gran serie que se aprecie, son magníficos. El protagonista, Bryan Cranston, se muestra intratable frente a la cámara, jugando con varios tipos de roles durante la serie, en los que se desenvuelve a la perfección. Su compañero de fatigas, Aaron Paul, demuestra que su capacidad como actor no tiene mucho que envidiar a la de Cranston, aunque esto va acompañado al desarrollo de su personajes. Lo mismo se puede decir de Anna Gunn y Dean Norris, mujer y cuñado policía de Walt, respectivamente. Obviamente, tampoco podemos dudar de la capacidad de Giancarlo Esposito (Gus), Raymond Cruz (Tuco) o Bob Odenkirk (Saul Goodman), todos personajes únicos y actores de talento asombroso.

Aparte de los actores, lo que más me ha enamorado de esta serie es la forma en la que está rodada. Es auténtico cine en televisión, como es (buena) costumbre ahora. El tratamiento de la cámara, que parece  ir siempre en mano, con lo que ello conlleva, es excelente, sobretodo en las secuencias de más alta tensión. La fotografía es sencillamente impecable y precisa, ha hecho que tenga el nombre de Michael Slovis bien apuntado en mi agenda. La música de Dave Porter está casi ausente, pero entra en el momento adecuado y sienta muy bien a las escenas. Sumemos a esto unos guiones bastante trabajados y bien conectados entre sí, sin muchos trucos, que se toman con gran sentido del humor muchas situaciones, y que son originales (quién haya visto el final de la segunda temporada me entenderá). Por último, mencionar los primeros minutos de cada capítulo, rodados a veces de manera casi onírica, con detalles del futuro o del pasado, pero que son una delicia para empezar cada capítulo.

Breaking Bad es una ficción que años atrás habría sido imposible realizar, pero ahora, con el nombramiento de la televisión como el nuevo mejor cine, es necesaria. Puede que la serie no sea totalmente cinematográfica en su planteamiento, pues tiene capítulos que se pueden tomar como un paréntesis de la trama principal (por ejemplo, Fly), pero eso es lo que realmente la hace una serie de televisión. Considero que cine televisivo pueden ser las series de HBO (The Wire, Boardwalk Empire, Juego de Tronos), mientras que AMC hace televisión con el cine como principal influencia, pero sin olvidarse de los clásicos. Sea como sea, ambos tipos de televisión siempre serán bien recibidos en mi disco duro o en mi estantería de DVD's. Y obviamente, cuando Breaking Bad llegue a su fin, tendrá un lugar privilegiado en la estantería, cerca de The Wire o Monty Python's Flying Circus.

2 comentarios:

  1. No creas que 'Breaking Bad' es tan arriesgada, cuando hace años que 'Weeds' pulula por la parrilla de Showtime (y va de una maruja divorciada que para mantener su nivel de vida empieza a pasar hierba), y 'The Walking Dead' no se apuntó a la moda de los zombis, es la causante de dicha moda actual (como 'Crepúsculo' con los vampiros). Por cierto, que empiezo hoy a ver 'Breaking Bad' y ya hablaré de ella en el blog.

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  2. Pero Weeds no deja de ser una comedia (negra también, pero comedia), el riesgo de Breaking Bad es que es un drama con algunos toques cómicos que toca un tema espinoso.

    Y lo de que los zombis están de moda desde que se estrenó The Walking Dead no es así, están de moda para el gran público, pero los zombis han sido desde hace mucho tiempo el monstruo de moda en la cultura freak. Es una moda de esas que no acaban. Como ejemplos te puedo poner la gran recaudación que tuvo Resident Evil 3 en cines,y de eso hace ya unos añitos.

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