jueves, 14 de abril de 2011

República o Monarquía, esa no es la cuestión



Hoy me he despertado como cualquier otro día normal, incluso mejor (he empezado las vacaciones de primavera), pero no he tardado en darme cuenta de que hoy se cumple el ochenta aniversario de la Segunda República Española. Si bien es cierto que últimamente todos los días hay aniversarios (normalmente de cosas muertas), parece que todo el mundo se ha levantado especialmente republicano. 

Parece que el aniversario de la república ha afectado a los españoles de la misma manera que cuando ganamos el mundial de fútbol, ha provocado el mismo sentimiento patriótico que apareció en muchos por primera vez tan señalado día, y que, obviamente, se extinguirá mañana. También habrá quien no se haya enterado, como por ejemplo, mis compañeros de clase que se estarán pegando lo que ellos creen que es la fiesta de su vida. Los prefiero así en vez de hablando de sistemas políticos.

Supongo que querréis saber mi opinión sobre que sistema prefiero. Pues bien, la verdad es que es una cosa que me importa más bien poco mientras exista la democracia. Además, es un tema muy complejo del que es difícil formarse una opinión. Pero lo importante es que creo que este debate no tiene sentido en este momento. Nos quejamos de que el Gobierno imponga una auténtica torre de Babel en el Congreso y de los costes que eso supone, pero no nos quejamos de que una república sale más cara que una monarquía. Un presidente de la república nos costaría lo mismo o más que un rey, y eso de que lo elegiríamos tampoco es del todo cierto, porque lo elegirían los miembros de las Cortes.

La cuestión que debería importarnos no es esta, debería importarnos lo que está pasando ahora, que miles de personas estén sin empleo y sin esperanza de tenerlo. Podemos criticar y satirizar al actual monarca  hasta la saciedad, pero no olvidemos, ahora que está muy de moda la memoria histórica, que sino fuera por Juan Carlos I posiblemente estaríamos en una dictadura militar, con más paro, más pobreza, y sin nigún tipo de libertad. Yo vivo bien en una monarquía parlamentaria, y sabiendo como acabaron las dos repúblicas, prefiero quedar así. ¿Y vosotros?

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